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Consejo farmacéutico Dolor | Prescripción. Crisis aguda de lumbago

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Índice

Catedrática de Farmacología Universidad de Barcelona

Denominamos lumbago al dolor localizado en la parte lumbar (posterior baja) de la espalda que puede dificultar o imposibilitar el movimiento. Es la forma más intensa de lumbalgia o dolor lumbar. Generalmente va acompañado de rigidez de espalda y dificultad para casi todo el movimiento del tronco, especialmente girarse en la cama, la flexión y más todavía la incorporación o extensión del tronco después de haberlo doblado (por ejemplo, levantarse de una silla). Según la causa y la gravedad, también puede aparecer debilidad de las extremidades inferiores y dolor que se extiende a las piernas y a los pies (ciática).

 ¿Qué es el lumbago?

El dolor lumbar es una de las patologías más frecuentes en las consultas de medicina general y de los especialistas del aparato locomotor (traumatólogos, reumatólogos y rehabilitadores).Tiene características de epidemia en las sociedades más desarrolladas, y ha sido denominado por algunos autores como “enfermedad del siglo” (Maigne). Entre las consultas médicas, después de los síntomas del resfriado le siguen inmediatamente los dolores de espalda.

Tipos de lumbalgia

Pueden distinguirse tres tipos de lumbalgias:

  • Lumbalgia aguda. Dolor lumbar que no dura más de 2 semanas.
  • Lumbalgia subaguda. Lumbalgia que no remite en 2 semanas.
  • Lumbalgia crónica. La que persiste durante meses. A veces es la continuación de un episodio agudo que no ha curado del todo.

La crisis aguda de lumbago, muy frecuente en varones de 40 a 60 años, tiene un comienzo brutal y suele surgir al levantar un peso, al incorporarse de la cama o de una silla, al salir del coche, al toser, etc. El dolor es vivo y el menor gesto lo acentúa, por lo que el paciente evita todo movimiento o cambio postural. Los sujetos parecen congelados en una determinada postura y para evitar cualquier nuevo dolor se mueven como si fueran de una única pieza.

El lumbago agudo es debido frecuentemente a una lesión repentina en los músculos y los ligamentos que sostienen la espalda. El dolor puede ser causado por espasmos musculares o distensión o desgarro en músculos y ligamentos. Así, las causas del lumbago súbito abarcan habitualmente:

  • Espasmo muscular (músculos muy tensos que permanecen contraídos).
  • Hernia de disco o disco roto.
  • Ciática.
  • Estenosis raquídea (estrechamiento del conducto raquídeo).
  • Curvaturas de la columna vertebral (como escoliosis o cifosis), las cuales pueden ser hereditarias y verse en niños o adolescentes.
  • Distensión o desgarros de músculos o ligamentos que sostienen la espalda.
  • Fracturas por compresión de la columna a causa de osteoporosis.
  • Cáncer que compromete la médula espinal.
  • Fractura de la médula espinal.

La mayoría de los casos de dolor de espalda del primer grupo remiten por sí solos aplicando medidas higiénico-sanitarias sin necesidad de acudir a un doctor. Sin embargo, debe acudirse al mismo en caso de difícil manejo del dolor. Se recomienda buscar ayuda médica inmediata si este dolor de espalda está acompañado de: fiebre, pérdida de peso inexplicable, hinchazón, dolor de espalda constante que no alivia después de acostarse, dolor en el pecho, dolor en las piernas y por debajo de las rodillas, pérdida de control del intestino o la vejiga, incapacidad para orinar, entumecimiento alrededor de los genitales o las nalgas, o dolor que empeora por la noche. Estos síntomas se conocen como «síntomas bandera roja” y podría ser un signo de algo más serio.

 Tratamientos para el lumbago

Lo primero de todo, incumbe al personal sanitario informar al paciente sobre la evolución natural de su afección, ya que el 90% de los episodios de dolor agudo se recuperan espontáneamente antes de las 6 semanas. Asimismo la información debe consistir en explicar el tratamiento analgésico al paciente, los factores de presión o sobrecarga vertebral (agravantes – desencadenantes) y las actividades que puede realizar respecto a su vida cotidiana, ejercicio y trabajo. Una información adecuada y consejos apropiados pueden disminuir la ansiedad del paciente.

Lucha contra el dolor

A) Fármacos

Los de primera elección son los AINE. El paracetamol es eficaz en el tratamiento de la mayoría de los casos de dolor de espalda, también el dexketoprofeno, aunque algunas personas encuentran los AINE con perfil más antiinflamatorio, como el ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, más eficaces. Un analgésico más fuerte, tipo opiáceos menores como el tramadol o la codeína, es una opción que se asocia a los AINE cuando el dolor es muy intenso y no remite.

Si se observa un importante espasmo muscular en la zona, se  recomienda un tratamiento corto a base de un relajante muscular benzodiazepínico, como el tetrazepam. Sin embargo, se debe tener precaución por la somnolencia que ocasiona su uso. Debe evitarse conducir ni realizar actividades peligrosas durante el tratamiento con estos relajantes.

En el tratamiento de la lumbalgia crónica se pueden usar los AINE inhibidores de la ciclooxigenasa 2 (cox2), ya que disminuyen el riesgo de efectos gastrointestinales secundarios.

La aplicación de calor local casero mediante mantas eléctricas, compresas u otros medios suele contribuir a aliviar la sintomatología dolorosa.

B) Manipulación Vertebral

Las manipulaciones vertebrales consisten en una serie de maniobras para provocar movimientos en la columna vertebral que afectan sólo o sobre todo a una vértebra. Su objetivo es recolocar la vértebra en su correcta posición y provocar la relajación de la musculatura contracturada. Este tratamiento está indicado en pacientes con lumbalgia sin ciática en los que las molestias duran menos de un mes. Si tras un mes no hay mejoría, conviene interrumpir el tratamiento. Sólo deben practicarla los expertos y en una sola sesión se puede experimentar un gran alivio del dolor y mejora en la amplitud del movimiento.

C) Reposo y actividad física

El paciente con lumbago debe tratar de permanecer lo más activo posible y continuar con sus actividades diarias. En el pasado, los médicos recomendaban reposo pero la mayoría de los expertos están de acuerdo en que el estar inactivo durante largos períodos de tiempo es malo para la espalda. La actividad moderada, como  caminar o hacer las tareas diarias ayudará a la recuperación. 

Solamente se autoriza el reposo en cama si la intensidad de los dolores lo precisa. Cuando se prescribe, debe ser lo más corto posible, de naturaleza intermitente, no permanente y no debería durar más de dos o tres días. Se recomienda seguir con las actividades habituales en la medida de lo posible, tanto de la vida diaria como laboral (valorar el tipo de trabajo).

Los pacientes con un dolor suficientemente intenso para justificar el reposo en cama deben ser objeto de una valoración especializada si tras diez días de reposo no han reprendido progresivamente las actividades de su vida cotidiana. Si el paciente no ha vuelto al trabajo después de 4 semanas debe iniciarse una rehabilitación activa.

D) Corsés y cinturones lumbares

Su objetivo es colaborar junto a la musculatura lumbar en el soporte de la posición de la columna lumbar. No obstante, este tratamiento solamente debe aplicarse durante unos días y, durante los mismos, debe evitarse llevarlo constantemente, pues existe el riesgo de atrofia o pérdida del tono muscular. Su uso está especialmente indicado en personas sanas y aquellas que han padecido de la espalda cuando deben realizarse sobreesfuerzos como el levantamiento de pesos; en sujetos con lumbalgia aguda e importante contractura muscular para evitar el reposo absoluto e intentar normalizar la actividad diaria lo antes posible y; en personas de edad avanzada con dolor importante en los que el déficit de musculatura puede retrasar la vuelta a su actividad normal.

El ejercicio y el dolor de espalda

El ejercicio es importante para prevenir el futuro dolor de espalda. A través del ejercicio se puede mejorar la postura, fortalecer la espalda y mejorar la flexibilidad, reducir peso y evitar caídas. Un programa completo de ejercicios debe abarcar actividad aeróbica (como caminar, nadar o montar en bicicleta estática), al igual que entrenamiento en estiramiento y fortalecimiento. Se recomienda seguir siempre las instrucciones del médico o el fisioterapeuta.

Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento son a la larga importantes. Sin embargo, empezar estos ejercicios demasiado pronto después una lesión puede empeorar el dolor. Un fisioterapeuta puede ayudar a determinar cuándo comenzar estos ejercicios y cómo hacerlos. Durante la recuperación es necesario evitar:

  • Hípica.
  • Deportes de contacto.
  • Deportes de raqueta.
  • Golf.
  • Danza.
  • Levantamiento de pesas.
  • Levantar las piernas al estar acostado boca abajo.
  • Abdominales.

 

Evitar que el dolor lumbar reaparezca

Para prevenir el dolor de espalda, también es muy importante aprender a levantar pesos y agacharse adecuadamente. A continuación se listan diversas sugerencias que pueden recomendarse a los pacientes:

  • Si un objeto es demasiado pesado o desproporcionado, consiga ayuda.
  • Separe los pies para tener una base de apoyo ancha.
  • Párese lo más cerca posible del objeto que usted está alzando.
  • Agáchese con las rodillas, no con la cintura.
  • Apriete los músculos del estómago a medida que alce el objeto o lo descargue.
  • Sostenga el objeto lo más cerca del cuerpo que pueda.
  • Levante el objeto usando los músculos de la pierna.
  • A medida que usted se ponga de pie con el objeto, evite inclinarse hacia adelante.
  • No intente adoptar posturas forzadas mientras se esté agachando cogiendo el objeto, lo esté levantando o lo esté transportando.

Otras medidas para prevenir el dolor de espalda abarcan:

  • Evitar permanecer de pie durante largos períodos de tiempo. Si es imprescindible estar en esta posición probar a descansar una pierna sobre un banquillo y alternar el descanso de cada pie sobre éste.
  • No usar tacones altos. Para andar, es preferible utilizar zapatos con suelas amortiguadoras.
  • Al sentarse durante un período largo, sobre todo si se usa un ordenador, verificar que la silla tenga un respaldo recto, con  asiento y respaldo ajustables, apoyabrazos móvil y un asiento giratorio. Utilizar un banquillo bajo los pies de manera que las rodillas queden a un nivel más alto que las caderas.
  • Usar una almohada pequeña o toalla enrollada en la región lumbar al permanecer sentado o conduciendo durante períodos prolongados.
  • Si es necesario conducir largas distancias, parar y caminar aproximadamente cada hora. Acercar el asiento hacia adelante lo más que se pueda para evitar doblar la espalda. No levantar objetos pesados justo después de un viaje.
  • Deje de fumar.
  • Evitar el sobrepeso.
  • Hacer ejercicios para fortalecer los músculos abdominales de manera regular.
  • Aprender técnicas de a relajación o practicar yoga, pilates o tai-chi.

 

 

AINEs, el mejor remedio

Cuando existe una lumbalgia, la única forma de calmar el dolor es a través de los analgésicos, no existe un tratamiento específico ya que en la mayoría de los casos las molestias remiten en un máximo de seis semanas.

Tal y como especifica la Dra. Escubedo en su artículo sobre crisis aguda de lumbago, la primera elección a la hora de medicar al paciente son los AINEs.

En los primeros estadios de la dolencia se utilizan desde el paracetamol y el dexketoprofeno hasta los de perfil más antiinflamatorio (ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco). También tienen cabida analgésicos más fuertes si las molestias no terminan de ceder (tramadol y codeína), o la utilización en los casos más crónicos de inhibidores de la ciclooxigenasa 2 (COX2, celecoxib y etoricoxib). Actualmente existe una amplia variedad de fármacos que ayudan al paciente a reponerse de unos dolores que alteran completamente su vida diaria y que se han convertido en una auténtica epidemia en las sociedades desarrolladas.

Aunque estos AINES pueden utilizarse en otras molestias y enfermedades, no sólo en el caso de lumbalgias, hemos analizado cuánto venden en España el conjunto de estas moléculas, que podrían incluirse dentro de una definición de mercado en el tratamiento de esta patología.

Un total de 743,6 millones de euros facturados (un 2,6% menos que el año anterior) por 175 millones de unidades vendidas (-2,1% con respecto a 2011), son los resultados del consumo de Codeina, Celecoxib, Dexketoprofeno Trometamol, Diclofenaco, Etoricoxib, Ibuprofeno, Naproxeno y Paracetamol en volumen y valor durante el pasado año 2012 en España.

En el ranking de laboratorios, McNeil Ibérica se situó en la primera posición con un 4,3% de cuota de mercado, cifra ligeramente inferior a la alcanzada en 2011, y que refleja los 7,54 millones de productos que vendió en el canal farmacia. Su cuota en valor ascendió al 6,5%, con un crecimiento 5,4% con respecto al periodo anterior, porcentaje que representa más de 48 millones de euros facturados.

Laboratorios Maranini aumentó su cuota de mercado tanto en volumen (1,4%) como en valor (1,2%) con respecto a 2011, llegando al 5 y al 8% respectivamente. Vendió 8,76 millones de unidades y facturó 59,2 millones de euros.

Cinfa, a pesar de situarse en tercera posición, obtuvo un crecimiento del  2,8 y 5,1% en volumen y valor con respecto al periodo anterior, alcanzado el 10,8 y el 6,9% de la cuota total del mercado. Consiguió recaudar 51,34 millones de euros por 18,9 millones de unidades vendidas.

Kern Pharma obtuvo un 11 y un 6,2% en cuota de mercado en volumen y valor respectivamente. Los consumidores adquirieron 19,33 millones de productos en 2012 de esta firma, que registró unos ingresos de 47,3 millones de euros.

Finalmente, Searle Ibérica logró el 0,8 y el 6,2% de cuota de mercado en volumen y valor, con unos resultados más positivos que el año anterior (1,2 y 2,1% más respectivamente). Sus beneficios alcanzaron los 45,83 millones de euros por 1,36 millones de productos vendidos.

 

 

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