La elevación de la presión arterial por encima de ciertos valores límite constituye un importante factor de riesgo cardiovascular. Habitualmente, su medida se realiza durante el día, bien mediante una medición instantánea ambulatoria o bien a través de la monitorización continua de la presión arterial (MAPA). Sin embargo, unos investigadores españoles se han preguntado si se observaría una asociación más fuerte con el riesgo cardiovascular si dicha medida fuera realizada por la noche.
El estudio evaluó a más de dieciocho mil individuos, los cuales presentaban un valor inicial de presión arterial entre presión arterial normal e hipertensión, definida esta última -de acuerdo a los criterios del MAPA-, como un valor medio en vigilia de ≥135/85 mmHg o de ≥120/70 mmHg durante el sueño. Después de una mediana de seguimiento de los pacientes de 5,1 años se observaron 2.311 eventos cardiovasculares, de los cuales, 1.209 se correspondieron con muerte cardiovascular, infarto agudo de miocardio, revascularización coronaria, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular agudo. La presión arterial sistólica durante el sueño fue el factor de riesgo que se asoció de forma más relevante con la incidencia de los eventos (HR: 1,29; IC95%: 1,22-1,35); esta asociación no fue significativa en el caso de medición diurna en la consulta (HR: 1,03; IC95%: 0,97-1,09) o de forma ambulatoria (HR: 1,02; IC95: 0,94-1,10). Asimismo, la reducción de la presión arterial sistólica durante el sueño fue el predictor más importante de la supervivencia libre de eventos (HR: 0,75; IC95: 0,62-0,82), mientras que no se observó una correlación estadística en el caso de medición durante el día en la consulta (HR: 1,07; IC95: 0,97-1,17) o de forma ambulatoria (HR: 0,96; IC95: 0,85-1,08).
En definitiva, el riesgo cardiovascular se reduce mejor disminuyendo la presión arterial durante el sueño y no durante la vigilia. De ello se deriva un aspecto importante: la administración de los fármacos antihipertensivos se debería realizar a la hora de acostarse para lograr la reducción nocturna de la presión arterial. Los datos del estudio muestran una reducción del 53% de eventos cardiovasculares si los fármacos se administran por la noche.
Ello confirma la importancia de la cronoterapia en la administración de fármacos.
Cotelo J. La hipertensión arterial durante el sueño marca el riesgo cardiovascular y debe ser el principal objetivo terapéutico. Medscape, 18.09.2018. Disponible en: https://espanol.medscape.com/verarticulo/5903181#vp_5.
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