En fecha uno de enero de 2018 entró en vigor la nueva orden de precios de referencia, que comporta algunos cambios en el sector y que procedemos a desarrollar a continuación. Sin embargo, antes de adentrarnos en los aspectos de contenido económico, que se comentarán más adelante, se analizarán otras implicaciones de la nueva orden de precios de referencia.
En este sentido, poner de manifiesto que la nueva orden permite crear conjuntos de referencia diferenciados para medicamentos con el mismo principio activo pero con distinto dispositivo de administración, forma farmacéutica o vía de administración, siempre y cuando suponga una ventaja para el tratamiento del paciente.
Paralelamente a lo expuesto, dicho cambio comporta, también, que se incorpore en la nueva orden la forma para determinar cuándo dos principios activos pueden ser considerados uno mismo, a los efectos de incorporarse en uno o más conjuntos de referencia.
Lo anterior tiene importantes consecuencias económicas porque
a cada agrupación que exista se le asigna un precio, que se han visto modificados a la baja por las circunstancias que ponemos de manifiesto en los párrafos siguientes.
Principalmente, los precios de los medicamentos han disminuido por las pérdidas de las patentes, que tienen una vigencia de diez años, y han supuesto una reducción del coste final del medicamento, ya que pasan a formar parte de principios activos de fármacos genéricos.
Entre los fármacos afectados por dicha circunstancia destacan los medicamentos para la insuficiencia cardíaca o angina de pecho, inhaladores como el Ventolín®, la insulina glargina para la diabetes o algunos antidepresivos, entre otros medicamentos.
Dicha reducción del coste de los medicamentos -que, a su turno, están financiados por el Sistema Nacional de Salud- afecta, particularmente, a la administración pública competente, ya que le supone un importante ahorro en su presupuesto, en contra de otros agentes inter-vinientes en el sector, como serían las Oficinas de Farmacia o los propios usuarios.
En estos términos lo expresaba el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Baleares, quien decía:
“Las farmacias dejaremos de facturar por esta bajada de precio unos 2,5 millones de euros. Una cantidad que repercutirá en el bolsillo de los ciudadanos, pero principalmente quienes saldrán más beneficiadas son las administraciones públicas que financian los medicamentos.”
Además, el presidente de dicho colegio añadía que las revisiones de precios son habituales, pero la particularidad que ahora nos atiende es que la revisión afecta a más de mil fármacos que, en no pocas ocasiones, son de gran utilización por parte de los médicos que los prescriben.
Dicho todo lo anterior, podemos concluir que la orden de precios de referencia que ha entrado en vigor supone una bajada de precios de los medicamentos, que en la mayoría de ocasiones se ha visto motivada por las pérdidas de las patentes, sin perjuicio de que existan otros motivos, como son la reducción de los costes en la fabricación y distribución de los mismos
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