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Protagonista | Entrevista a la Dra. Esther Redondo, Miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Comunidad de Madrid

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Las infecciones respiratorias son una de las causas más frecuentes de consulta médica en otoño e invierno. Esther Redondo, Doctora en Medicina, Médico de Familia, Miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Comunidad de Madrid y Coordinadora Nacional del Grupo de Actividades Preventivas y Salud Pública de SEMERGEN, nos habla sobre este tipo de enfermedades, su frecuencia, y las complicaciones que pueden derivarse.


 

La farmacia es muchas veces el primer sitio donde el paciente busca consejo profesional cuando tiene una enfermedad respiratoria. ¿En qué momento debe derivar el farmacéutico al médico?

Depende del tipo de cuadro. Desde mi punto de vista, en materia de salud, siempre le debe decir que consulte con un médico y no se automedique, pero sí es cierto que en patologías comunes y en educación para la salud puede ayudar muchísimo, y que en el farmacéutico tenemos un aliado como profesional sanitario importantísimo.

En el caso que nos ocupa, el farmacéutico puede ayudar a la población dando pautas, por ejemplo, que sirvan para diferenciar un catarro vírico de uno bacteriano, pero en cualquier caso, si pasan 24 ó 48 h y no se mejora siempre hay que consultar con el médico.

No debe olvidar  ser especialmente cauto cuando se dirija a personas mayores, enfermos crónicos con patologías respiratorias crónicas, cardiacas, diabéticos, oncológicos o los que toman determinadas medicinas que les deprimen la inmunidad… En definitiva, con otras enfermedades que puedan complicar una infección respiratoria vírica banal y llevar a una sobreinfección bacteriana con consecuencias más graves. La educación del paciente es fundamental.

¿Y cómo se diferencia un catarro vírico de uno bacteriano?

La mayoría de los catarros víricos que están causados por virus tienen un comienzo más leve, se inicia de forma mucho más gradual, la fiebre no suele ser mayor de 38º…

Si es bacteriano aparece de forma brusca, explosiva, acompañado de sensación de malestar general, cansancio, dolores musculares, quebrantamiento, la fiebre es muchísimo más elevada y normalmente el paciente se ve obligado a guardar cama.

 

¿Se dan las mismas diferencias entre la faringitis viral y la bacteriana?

Los síntomas de las faringitis pueden ajustarse con los de los cuadros respiratorios superiores, por lo que las diferencias son las mismas. Sin embargo, en este caso puede haber ganglios, ya que si es bacteriana y el paciente no tiene amígdalas, lo más probable es que los ganglios faríngeos se inflamen. También existen diferencias en una analítica si la infección es bacteriana.

¿Qué porcentaje de consultas en AP se deben a infecciones respiratorias en otoño e invierno?

No dispongo de datos oficiales, pero cuando empieza la temporada de otoño-invierno -entre finales de septiembre y principios de octubre- en mi centro médico un cuarto de las visitas se deben a esto, en su mayoría por cuadros respiratorios virales, sobre todo catarros. Más adelante se incrementan las consultas por gripe y por sobreinfecciones bacterianas, pero fundamentalmente son por catarros. El perfil del paciente es de enfermos crónicos o adultos mayores con varias patologías crónicas, que son los que tienen mayores complicaciones.

Entonces las infecciones respiratorias se encuentran entre las enfermedades más frecuentes.

Las patologías agudas más frecuentes son las infecciones respiratorias, y además son la cuarta causa de muerte en todo el mundo: no siempre son banales. En concreto, la neumonía, por ejemplo, está siempre entre las 10 primeras, ahora la onceaba, causa de muerte en España.

La infección respiratoria aguda es la causa más común de consulta, y dentro de las enfermedades crónicas las más frecuentes son la EPOC, diabetes y patología cardiovascular.

 

¿Qué número de hospitalizaciones producen?

Las hospitalizaciones son casi siempre por neumonía, en su gran mayoría bacteriana, y hay un pequeño porcentaje de casos que es directamente vírica, es decir, que es el propio virus y no una sobreinfección la que la produce o bien aparece por hongos. La causa más frecuente de hospitalización por neumonía es el neumococo.

Sólo en España hay más de 100.000 hospitalizaciones al año y unas 8.300 muertes por esta enfermedad, cuatro veces más que en accidentes de tráfico.

¿En qué grupos poblacionales se dan las mayores tasas de mortalidad?

La neumonía ataca fundamentalmente a dos tipos de pacientes.

Por un lado, por razón de edad, que son los menores de 2 años -las infecciones respiratorias graves más frecuentes en niños son las neumonías por neumococo- y los mayores de 65, y por otro, por razón de patología de base.

El primero se debe a que en los menores de 2 años el sistema inmunitario no está desarrollado, y en los mayores de 65 existe la inmunosenescencia o envejecimiento del sistema inmune, por lo que su respuesta es peor y el daño del neumococo mucho mayor.

En el segundo grupo incluimos los crónicos respiratorios, cardiacos, renales, hepáticos crónicos, diabéticos, fumadores, alcohólicos e inmunodeprimidos (oncológicos, trasplantados…): sin duda ellos tienen especial riesgo, aunque no debemos olvidar que todos lo tenemos porque es una enfermedad contagiosa, y como tal, podemos contraer una neumonía de la misma forma que una gripe, pero en estos pacientes hay más posibilidades y las consecuencias son mucho más graves.

¿Qué otras complicaciones pueden derivarse de esta enfermedad?

Fundamente cardiovasculares, porque el peligro en la neumonía no sólo es en la fase aguda, después hay complicaciones importantes. Casi un 20% de los casos desarrollan problemas cardiacos en forma de infartos, anginas o arritmias, y además la mortalidad se eleva.

Está más que demostrado, gracias a dos grandes estudios realizados en Estados Unidos, que aquellos enfermos que han tenido una neumonía, aunque la hayan superado con éxito, si se les realiza un seguimiento durante 10 años tienen mucha más mortalidad que un enfermo que no la padecido, y no sólo por eventos cardiovasculares, ya que hay un acumulativo de mortalidad por diversas causas, y es mayor cuanto más grave fue la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas que deben alertar para acudir a un servicio de urgencias?

Los síntomas de alerta serían tos persistente, fiebre elevada (38,5-39º),  escalofríos, dificultad para respirar, la respiración se hace superficial y muy rápida, da la sensación que falta el aire y hay dolor torácico.

Es el cuadro clásico de infección respiratoria complicada con neumonía, pero hay veces que las personas mayores no tienen estos síntomas porque es mucho más difícil que se dé una fiebre elevada, entonces, sobre todo en aquellos que tienen comorbilidad o patología de base (diabéticos, o con problemas cardiovasculares, respiratorios o hepáticos), muchas veces se presenta como si fuera desorientación, confusión o cansancio extremo. En verano, por ejemplo, se puede confundir con un golpe de calor. Debido a que es una sintomatología distinta hay que estar muy alerta en adultos mayores. Cuanto más avanzada es la edad más normal es que se presente de forma no clásica.

Hablamos del índice de mortalidad de la neumonía, pero, ¿cuántas muertes provoca la gripe cada año en España?

La gripe es una enfermedad, que aparte de ser altamente contagiosa, provoca al año en España entre 3 y 4 millones de casos -suele ser 3,5 millones, 8.000 casos por cada 100.000 habitantes-, y la mortalidad se sitúa entre 1.500-4.000 personas (los años más leves entre 1.500-1.800, y los más graves entre 3.500-4.000). Es un índice muy alto del que muchas veces no somos conscientes. Del total de población mundial, entre un 10 y un 15% pasan la gripe anualmente.

¿En qué grupo surgen las complicaciones?

Sobre todo en los mayores de 65 años y en enfermos crónicos. Una de las principales complicaciones es la neumonía bacteriana, sobre  todo la neumonía neumocócica.

Ahora conocemos la interacción virus-bacteria. El virus de la gripe favorece que haya una sobreinfección sobre el neumococo, y cuando se produce ayuda a que se multiplique y progrese mucho más rápidamente, haciendo que aparezca la neumonía y con más fuerza.

 

¿Es realmente efectiva la vacuna? ¿Deben vacunarse sólo los grupos de riesgo?

Es una vacuna al alcance de todo el mundo, pero los grupos de riesgo fijados por el Ministerio de Sanidad son los que sin duda deberían hacerlo: enfermos crónicos, transplantados, oncológicos, inmonudeprimidos, con VIH, embarazadas… y los convivientes de éstos, o, por ejemplo, todos los profesionales sanitarios.

Su eficacia varía porque la composición de las vacunas gripales se diferencia anualmente en función de los virus circulantes que observa el Sistema de Vigilancia de la enfermedad, por lo que dependerá del acierto que se haya tenido en hacer la composición.

La vacuna también es recomendable en el grupo de edad de riesgo -mayores de 60- independientemente de que tengan alguna enfermedad. Aunque la eficacia es menor en este caso (está en torno a un 50-60%, mientras que en los menores de 60 se sitúa en un 70-90%), es la única arma de prevención que tenemos, y está absolutamente demostrado que evita más del 60% de las hospitalizaciones en este grupo, que es donde produce mayor mortalidad. De hecho, el 80% de las mortalidades debidas a la gripe se previenen gracias a la vacuna. Siempre va a ser eficaz, porque en el caso de contraer una gripe va a mitigarla y no se producirán complicaciones graves.

¿Las infecciones respiratorias son más frecuentes en ciudades contaminadas que en el campo?

En general sí. Un grupo de pacientes que padece infección respiratoria muy frecuente y reagudiza su enfermedad es el EPOC, el enfermo bronquítico crónico, y esta dolencia se asocia a contaminantes ambientales como el humo, ya sea del tabaco u otros muy habituales en las ciudades que favorecen la enfermedad respiratoria crónica. Son factores de etiología multifactorial.

La neumonía neumocócica es más común en la ciudad porque también hay más enfermos respiratorios crónicos cuya contaminación ambiental les perjudica, y son un grupo especialmente susceptible a infección por neumococo y otras bacterias, como el haemophilus.

¿Los antibióticos son efectivos para tratar las infecciones respiratorias?

Es una cuestión clave. Tenemos un problema gravísimo en el mundo, y en España en particular, con el tema de las resistencias a los antibióticos de determinados gérmenes, y sobre todo de determinadas bacterias. Los médicos debemos tener un cuidado exquisito a la hora de prescribir el antibiótico adecuado en los casos adecuados, y los profesiones sanitarios, como el farmacéutico, en hacer una educación en el consumo responsable del antibiótico y no dispensarlo nunca sin la receta médica conveniente.

España está entre los países de Europa con mayores resistencias bacterianas, sobre todo a macrólidos, penicilina y derivados. Las resistencias a quinolonas  de momento son bajas, pero van en aumento, y cuando agotemos los antibióticos y las resistencias sean mayores contra determinados gérmenes no vamos a tener armas.

 

¿En qué casos deben utilizarse?

Los antibióticos son efectivos para las infecciones respiratorias bacterianas, no en el caso de las víricas. Se deben utilizar con precaución y sólo consumirlos bajo prescripción médica.

Las vacunas son un gran aliado para evitar el uso masivo de antibióticos. Recientemente, la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS (Organización Mundial de la Salud), hizo público un manifiesto en contra de las resistencias a antibióticos, y entre los cinco planes de acción, el tercero es la prevención, y uno de los pilares es el empleo de vacunas contra determinados gérmenes, por ejemplo el neumococo.

Hay vacunas, como la del neumococo conjugada, la trecevalente, que protege frente al 80% de los neumococos que causan resistencias bacterianas en España. Al utilizar esta vacuna no sólo estamos previniendo la enfermedad, sino que además impedimos que se desarrollen y proliferen determinados tipos de neumococo que se relacionan con las resistencias a antibióticos y que causan las formas más graves de neumonía y con peor pronóstico.

 

¿Esa vacuna es obligatoria dentro del calendario que hay en España?

Desde 2016 está financiada para todos los niños en el calendario vacunal sistemático en España, no así para los adultos. Sólo hay una comunidad, que es la Comunidad Autónoma de Madrid, que la financia para la cohorte de edad de 60 años, es decir, aquellos que cumplen 60 en el año en curso.

 

¿A qué edad se les administra esta vacuna a los niños?

Está prevista en el primer año de vida. A los niños que en su momento no la recibieron se les podría rescatar solicitándola en el centro médico. Se puede aplicar en cualquier momento de la vida, desde la infancia hasta la vejez. La indicación es para cualquier persona a partir de las 6 semanas de edad.

 

¿Se financiará esta vacuna para mayores en el resto de las CC.AA.?

Sé que alguna comunidad lo está pensando y es posible que anuncie su inclusión en el calendario, pero no es seguro. Ahora mismo sí están gestionando gran parte de las CC.AA. su uso para enfermos de alto riesgo, que es el conjunto de personas que tiene mal el sistema inmune o bien porque son trasplantados o porque necesitan tratamientos inmunodepresores. En esos casos sí estaría cubierta.

Dra. Esther Redondo
Miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Comunidad de Madrid
https://vacunasaep.org

 

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